En nuestro post de esta semana hemos querido que conozcáis de cerca a Carlos López. Él es la persona que está al frente del día a día de nuestro centro y por eso hemos querido hacerle una entrevista en la que repasamos el pasado, el presente y el futuro de Sonraíz.
Carlos López es una persona joven, tiene solo 32 años, pero por su conversación y madurez da la sensación de tener muchos más. Aunque iba para preparador físico de un equipo de fútbol hace diez años decidió dejarlo todo para dedicarse en cuerpo y alma a Sonraíz, un proyecto familiar que dirige y cuida cada día junto a Reyes Fernández. Carlos tiene claro que para él lo más importante son los usuarios; que se sientan como en casa y que disfruten acudiendo cada día a nuestro centro. Él además se siente muy partícipe del barrio en el que se encuentra Sonraíz; el Natahoyo.
¿Cómo surgió la idea de crear el Centro de Día Sonraíz?
Hace algunos años yo estaba estudiando en León, mis padres trabajaban y mi abuela poco a poco iba necesitando ayuda. Comenzamos a buscar centros y en aquel momento la figura del Centro de Día era algo muy novedoso y apenas había ninguno en Asturias. Fue por eso por lo que comenzamos a visitar diferentes residencias geriátricas buscando en realidad un servicio de Centro de Día. A raíz de aquello comenzamos a plantearnos la idea de crear nosotros mismos un centro. Después de mucho tiempo y de un trabajo muy duro pudimos abrir las puertas de Sonraíz en el año 2009.
Podríamos decir por tanto que Sonraíz es una empresa familiar en la que además ofrecéis un trato familiar
Sí, lo es al 100% y de hecho nosotros mismos estamos siempre al frente del centro. Eso creo que aporta algo muy importante y es que conocemos a la perfección a todos nuestros usuarios y a sus familiares. Además, nosotros queremos que todas las personas que están en el centro se sientan como en casa y para ello es necesario como digo que nosotros estemos siempre al pie del cañón.
¿Qué es lo más importante cuando un usuario llega a Sonraíz por primera vez?
Lo importante al principio es que la persona se sienta cómoda con nosotros y que quiera venir cada día. Nosotros ofrecemos un servicio muy importante a las familias, ayudándoles en lo que necesiten y adaptándonos a sus necesidades, sin embargo en el centro de todo eso está el usuario y es por eso por lo que nos volcamos con todos y cada uno de ellos.
"Lo normal es que las familias acudan a nosotros cuando la situación en casa se vuelve insostenible y ya no saben cómo hacerle frente"
¿Nos cuesta tomar la decisión de acudir a un Centro de Día?
Normalmente nos encontramos con casos de personas que acuden a nosotros cuando la situación en casa se vuelve insostenible. Lo habitual es que las familias tengan además poca información y se vean en una situación a la que ya no saben cómo enfrentarse. En este punto me gustaría dejar claro que en Sonraíz no curamos enfermedades de deterioro cognitivo pero sí está demostrado que tener una actividad física y psíquica diaria ayuda a retrasar su avance y por tanto aporta una mayor calidad de vida. Digo esto porque cuanto antes comencemos a trabajar lograremos frenar mucho más el avance del deterioro.
Las dos grandes alternativas que se plantean las familias son los Centros de Día o bien contratar a un cuidador que acuda a su domicilio ¿Qué diferencia hay entre un servicio y otro?
Hay tres líneas que los diferencian. En primer lugar está la parte social. Cuando un cuidador acude al domicilio al final el usuario solo tiene trato con esa persona, mientras que en un centro se relaciona con otros usuarios, puede conversar de sus cosas e incluso se encuentran con personas que están en su misma situación, algo que también ayuda. En segundo lugar hay que tener en cuenta que los medios con los que contamos en un centro de día no tienen nada que ver con los de un domicilio. En Sonraíz disponemos de un gimnasio, de diferentes materiales y espacios e incluso de un número de profesionales de diferentes ámbitos como auxiliares de enfermería, logopeda, nutricionista, cocinera… algo que sería imposible tener en un domicilio. Ya por último, y haciendo un símil futbolístico, no es lo mismo jugar en casa que fuera. Cuando un cuidador acude al domicilio suele ser más complicado que el usuario siga siempre las instrucciones ya que al fin y al cabo está en su casa. Esto sin embargo no ocurre en un Centro de Día, donde los usuarios se dejan llevar más por nosotros y son mucho más receptivos a las cosas.
Un Centro de Día como Sonraíz se adapta además a las necesidades de cada persona...
La flexibilidad es total. Tenemos usuarios que vienen a diario en horarios largos y personas que acuden unas determinadas horas e incluso algunos días concretos. En cualquier caso siempre decimos que lo aconsejable es que el usuario venga al menos durante tres o cuatro horas diarias.
¿Sigue existiendo una imagen triste de los centros de personas mayores?
Tal cual. Es algo de lo que nosotros queremos huir desde siempre y lo hacemos ya incluso con detalles como los colores de nuestras trabajadoras que son siempre alegres al igual que la decoración de las instalaciones. Un Centro de Día no es un hospital y lo que nosotros queremos es que los usuarios vengan y disfruten de su estancia con nosotros.
