En la etapa del envejecimiento, la pérdida auditiva es una preocupación común y significativa para muchos. Sin embargo, aunque este fenómeno parece casi inevitable para algunos, no tiene por qué ser una sentencia definitiva. 

La principal causa de la pérdida de audición son las llamadas células ciliadas del oído interno, que convierten el sonido que escuchamos en potenciales señales eléctricas que viajan por la vía auditiva hacia el cerebro. Las células ciliadas dañadas por la exposición al ruido no pueden volver a crecer y causan pérdida auditiva neurosensorial de forma permanente.

¿Cómo podemos evitar perder audición con los años?

Existen medidas sencillas y efectivas que pueden ayudar a prevenir el deterioro auditivo, especialmente cuando se trata de proteger nuestros oídos del daño causado por sonidos fuertes y prolongados.

• Evita la exposición prolongada a los ruidos fuertes. Este tipo de ruidos son aquellos que superen los 85 decibelios. 

• Ajusta el volumen de la música a un nivel cómodo, sin superar el 60% del máximo. Escuchar música a alto volumen a través de auriculares y audífonos es uno de los mayores peligros para tu audición. Bajar un poco el volumen puede marcar una gran diferencia en el riesgo de daño auditivo.

• Descansa de los auriculares cada hora y aléjate de altavoces en eventos ruidosos.

• Valora el uso de tapones para los oídos y hazte revisiones auditivas regularmente para detectar problemas a tiempo.