A medida que aumenta la esperanza de vida en España también lo hacen las personas que sufren enfermedades crónicas. Hoy por hoy el segmento de población que más crece en nuestro país es el de las personas con más de 85 años, precisamente, los que más necesitan ayuda con las actividades del día a día. Uno de los mayores desafíos al que nos estamos enfrentando es que esas personas mayores envejezcan manteniendo una esperanza de vida activa, algo que puede conseguirse gracias a la prevención y la planificación de la llegada a esa edad.

Los retos actuales en la atención a los mayores

Envejecer de una manera activa es posible, pero los mayores van a requerir unos cuidados para los que hay que planificarse con antelación. La atención a la gente de más edad tiene hoy en día unos pilares fundamentales.

El compromiso de la sociedad para con los mayores

El estilo de vida actual y las viejas normas sociales han dado lugar a una generación de mayores que están aislados tanto en zonas rurales como urbanas. Apoyarles para que rompan esa soledad es posible si se trabaja en el compromiso de los mayores con la comunidad. Son una gran fuente de conocimiento y esto puede aprovecharse para mejorar la salud de las comunidades.

Bienestar financiero

Al vivir más tiempo los modelos tradicionales de años de trabajo y de jubilación se han visto comprometidos. Es el momento de redefinir las normas, creando oportunidades para el empleo en la edad adulta, nuevos modelos de planificación y financiación de la atención y mejores formas de evitar las estafas y los fraudes.

Movilidad y movimiento

Las viviendas e infraestructuras del pasado no se diseñaron para las personas mayores, por lo que es habitual encontrar obstáculos para el movimiento, la seguridad, la independencia y la socialización. Por tanto es necesario desarrollar productos, programas y servicios que permitan a las personas maximizar su seguridad, fuerza, equilibrio, aptitud física, independencia y movilidad a medida que envejecen.

Vida diaria y estilo de vida

Muchos prefieren envejecer en su casa. Aunque cuando se necesita de ayuda para realizar actividades diarias como ducharse o hacer la comida, esa preferencia pasa a un segundo plano. Por tanto son necesarios productos y servicios que ayuden a apoyar no sólo las actividades diarias básicas de los adultos mayores, sino también a fomentar y apoyar su capacidad para prosperar, perseguir sus pasiones y participar en sus estilos de vida elegidos.

Los cuidados

Hoy por hoy el cuidado de los adultos mayores está a cargo de cuidadores formales (profesionales) e informales (no remunerados). Estos últimos, por lo general cuidadores familiares, a menudo tienen que hacer malabarismos con otras responsabilidades familiares y laborales y viven lejos del receptor de los cuidados. Por ello necesitan más apoyo, capacitación, recursos e instrumentos para ayudarles a cuidar de sus seres queridos y de sí mismos.

También hay que prestar atención a los cuidadores profesionales. La escasez de personal y las preocupaciones por la calidad se imponen, por lo que se necesitan nuevas soluciones para ayudar a atraer, capacitar, desarrollar y aprovechar el escaso capital humano.

Coordinación de la atención

Las familias y los proveedores necesitan nuevas herramientas y modelos de atención para apoyar las transiciones de la atención, la colaboración clínica, el manejo de la medicación, el manejo de la salud de la población y la prestación de atención a distancia.

Demencia

La enfermedad de Alzheimer es una de las causas de muerte con mayor coste. La incidencia de la enfermedad de Alzheimer es cada vez más elevada entre las personas mayores de 85 años. Aunque todavía no hay cura se necesitan mejores herramientas y servicios para aumentar la conciencia, desarrollar herramientas para la predicción y el diagnóstico temprano. Además de optimizar la aptitud cognitiva, disminuir el declive cognitivo y apoyar a los cuidadores.

Fin de la vida

La muerte es inevitable, pero eso no parece hacer más fácil hablar de ella o prepararse para ella. Como resultado muchas personas todavía no mueren dónde o cómo quieren. Las familias y los proveedores necesitan ayuda para situarse por las opciones del fin de la vida, tener las conversaciones más difíciles y asegurarse de que los deseos del fin de la vida se cumplan.