El poder analgésico del beso ¿sabías que este gesto fortalece tus defensas? 

El poder analgésico del beso ¿sabías que este gesto fortalece tus defensas? 

¿A quién no le gusta besar? A la familia, a la pareja, a los amigos… El beso es uno de los gestos de cariño más universales. Pero ¿sabías que además es un analgésico natural? Besar y ser besados nos va a aliviar y además es un refuerzo del sistema inmunitario. Besa porque ¡todo son ventajas!

Llevamos unos años en los que hemos reducido al máximo los besos como una forma de protección frente a la COVID-19. Pero nos encanta besarnos, y hoy te damos una serie de motivos por los que este gesto supone mucho más.

Beneficios de los besos

Un gesto de cariño para demostrar cuánto nos queremos. Universalmente, el beso es una de las mayores representaciones de amor. Pero al mismo tiempo, cuando besamos, obtenemos otras ventajas adicionales:

  • Se alivia el dolor.

  • Fortalece el sistema inmunitario.

  • Libera endorfinas y hormonas como la dopamina y la oxitocina, que están relacionadas con el afecto y el cariño.

  • Provocan una reacción en cadena y son un mecanismo de adaptación. Cuando los labios entran en contacto con los de otra persona o con su propia piel, se produce una serie de cambios físicos. Al besar podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en unos breves instantes.

  • Cabe señalar una curiosidad de los besos, y es que no son un tema exclusivo de las personas, sino que chimpancés y elefantes se besan, así como los pájaros rozan sus picos.

Cuidado. Besar también supone riesgos

Si bien los aspectos positivos del beso están claros, también es importante conocer su parte eventualmente problemática. Y es que hay ciertas bacterias y virus que pueden acompañara la demostración de amor. Entre ellas: . Estas son algunas de las posibles infecciones o enfermedades que se pueden transmitir:

  • Catarro u otras enfermedades de las vías respiratorias, como la COVID-19

  • Herpes labial.

  • Verrugas.

  • Caries.

  • Mononucleosis o enfermedad del beso.

  • Hepatitis B.

  • Meningitis.

Pese a ello, no hay que temer a los besos, ya que la propia saliva puede protegernos contra bacterias, virus y hongos, y además estos intercambios contribuyen a estimular y fortalecer el sistema inmunitario para que cree anticuerpos.



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