Cuidarse para cuidar

Cuidarse para cuidar

Cuidar, que se dice pronto, se define según el diccionario como “asistir, guardar, conservar”. Pero, ¿no se queda corta esta definición cuando hablamos de cuidar a alguien? 

Sin ánimo de restar valor a las tareas de asistir y guardar, cuidar a una persona es mucho más que eso. Cuidar es más que una tarea mecánica y física; cuidar es mucho más que maña, saber hacer y esfuerzo físico. 

Cuidar es paciencia, mimo, atención; es constancia y generosidad; es agotamiento físico y mental, es cargar con mochilas emocionales de otros; es fortaleza, es valentía, es inteligencia emocional. Cuidar es, (a mi juicio), una labor admirable. 

Históricamente siempre se ha cuidado. Todos hemos necesitado cuidados al nacer, y también al ir creciendo. Aunque nos creemos más independientes, todos seguimos necesitando cuidados a lo largo de nuestras vidas. Y, en la senectud, estamos necesitando y necesitaremos cada vez más cuidados. 

La persona que cuida  

Los datos hablan de que, a lo largo de los tiempos, el papel de cuidar ha sido desempeñado fundamentalmente por las mujeres. Al no haber sido nunca un trabajo remunerado, no se ha prestado la suficiente atención a todo lo que implica ser la persona cuidadora. 

El avance de las ciencias de la salud mental nos está haciendo un poco más conscientes de todo lo que implica cuidar. Con ello, se está prestando cada vez más atención a las repercusiones mentales y emocionales que conlleva esta dura tarea. Por eso, la psicología nos advierte cada vez más de que (valga la redundancia) todo cuidador necesita cuidarse para cuidar. 

Reconocerse el derecho a cuidarse 

La complicación está en que, a menudo, la persona que cuida siente una gran responsabilidad sobre la persona dependiente. Es frecuente que se sienta culpable por no poder asistirle mejor o dedicarle más tiempo. Frente a ello, es importante que la persona cuidadora se reconozca el derecho a cuidar de sí misma y priorizar, en la medida que necesite, su bienestar mental y emocional. 

Si eres una persona que cuida recuerda que tienes, como mínimo, derecho a: 

  • Priorizar tus necesidades 

  • Dedicarte tiempo a ti misma 

  • Decir no a las peticiones de los demás  

  • No poder con todo 

  • Sentirte sin energía 

  • Enfadarte o estar de mal humor 


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