Muchos familiares de nuestros usuarios deben levantar a las personas mayores de la cama. Esto es un trabajo duro y que requiere esfuerzo, ya que, con los años, los músculos y huesos van debilitándose, algo que provoca el riesgo de caídas y de posibles lesiones, tanto para el anciano como para el cuidador. Saber levantar a una persona mayor de la cama tiene su técnica. A continuación os ofrecemos  una serie de trucos y premisas para que los cuidadores puedan llevar con solvencia esta acción tan importante en su día a día. Así, ayudamos al cuidador a conocer las limitaciones referentes al peso, problemas de movilidad de la persona mayor y, por ende, evitar caídas y males mayores.

Levantar a una persona mayor de la cama

Lo primero que hay que saber es que el cuidador ha de estar siempre en una posición en la que se sienta cómodo, puesto que será de vital importancia en el momento del primer esfuerzo físico. Levantar a una persona mayor de la cama pasa por paciencia y una correcta posición de torso, así como ayuda de otros elementos alrededor para que el cuidador ejerza la acción con garantía de éxito.

• Lo primero es informar del movimiento que se va a realizar.

• A continuación, se rodea el cuerpo de la persona mayor encamada y para colocarla sentada en el borde de la cama. De esta forma, se podrá maniobrar debidamente para levantarlo. 

• Le colocamos de costado para que pueda bajar las piernas al suelo con facilidad y equilibrar el peso. Una vez que esté con los pies en el suelo, ya se podrá llevar a cabo la siguiente maniobra.

• El cuidador puede pedir que se agarre de su nuca.

• Se colocará la mano en su cadera y la otra debajo del hombro que está recostado sobre la cama. De esta forma, se podrá levantar lentamente a la persona mayor con todo el control de la situación.

• Una vez sentado, el cuidador introduce la pierna en medio de las de la persona mayor y coloca su torso de forma totalmente recta.

• Por último, el cuidador flexiona sus piernas para coger impulso y agarrará por la cadera al adulto mayor para poder levantarlo.

Claro está que hay factores que juegan en nuestra contra. Por ejemplo, si el mayor tiene movilidad reducida, precisamos de una formación más adecuada, y también podremos servirnos de aparatos como cinturones para ayudarnos en el proceso.