Posiblemente pintar sea la primera actividad de ocio que realizamos. Desde que somos pequeños, optamos por ella para llenar momentos porque es entretenida, disminuye el estrés y fomenta la creatividad. ¿Sabías que los beneficios de la pintura son también provechosos para los adultos? La respuesta es un sí rotundo. Y aún encontramos más beneficios en la pintura en adultos mayores que padecen alguna enfermedad y necesitan una actividad que les haga sobrellevar mejor el día a día.

Terapia ocupacional para mejorar la calidad de vida de los mayores

No es la primera vez que hablamos en el blog de que estar ocupado es la mejor forma de combatir muchos de los problemas de la vejez. Como otras actividades, pintar ayuda a mejorar la calidad de vida, ya que sus beneficios son muchos, tanto físicos como mentales. 

Los beneficios de la pintura en personas mayores

Al igual que la pintura es realmente beneficiosa para los niños, las personas mayores obtienen al poner en práctica esta actividad muchas ventajas en diferentes ámbitos.

Para el cerebro

La pintura ayuda a estimular el cerebro, tanto el lado lógico y racional como el lado creativo y emocional. Así, se trabaja la imaginación y se entrena el cerebro previniendo la aparición de enfermedades como el Alzheimer.

Para la salud mental

La concentración es otro de los beneficios de la pintura en adultos mayores, ya que les ayuda a distanciarse de los problemas de alrededor y sus posibles dolores físicos. Asimismo, contribuye a mejorar la perseverancia de los ancianos y hacerles comprobar que pueden superar obstáculos y mejorar en sus actividades.

Para la autoestima

La pintura hace sentir a los ancianos que son capaces de realizar una actividad de forma exitosa, lo que les hace sentir valiosos e independientes y, como consecuencia, más felices. Este hecho repercute sin duda en la salud general de las personas mayores.

Para la motricidad

El uso de lápices, colores, gomas y otros utensilios para pintar, ayuda a los ancianos a desarrollar el manejo de objetos pequeños y finos, lo que con la edad se hace cada vez más complicado. Además, el uso de los mismos hace que el anciano tenga que combinar destreza tanto en músculos como en huesos y nervios, con el objetivo de realizar los movimientos necesarios para pintar. Esto les ayuda a controlar los movimientos de la mano, el brazo y las conexiones del cerebro.

Ayuda a desarrollar la capacidad comunicativa

Pintar juntos puede convertirse en un ejercicio muy beneficioso para toda la familia ya que permite compartir tiempo, socializar y conversar.

Para comprender las técnicas de pintura, las personas deben atender a las explicaciones del profesor e incluso pueden más tarde ayudar a otros compañeros de taller. También enseñar a sus nietos o cuidadores todo lo aprendido.

Por otra parte, la pintura puede ayudar a los mayores a expresar mediante el lápiz lo que les cuesta con palabras.