Hablar con una persona mayor sobre la necesidad de recibir apoyo no siempre es fácil. A menudo, estos cambios se interpretan como una pérdida de independencia, y eso puede afectar a su autoestima. Sin embargo, con el enfoque adecuado, esta conversación puede convertirse en una oportunidad para reforzar el vínculo familiar, ofrecer tranquilidad y plantear el acompañamiento como una forma de bienestar, no como una imposición.